viernes, 29 de agosto de 2008

Soñar no cuesta nada

Escenas ficticias que me encantaría vivir:
  • Domingo a la mañana, Vale se levanta. Aunque está muy cansada no sigue durmiendo, va hasta la cocina a preparar el desayuno. Piensa en todas las cosas que le están complicando la vida y se amarga cada vez más. De repente siente unos brazos que se atan a su cintura y escucha un :"Buen día amor ¿dormiste bien anoche?", se da vuelta y contesta sonriendo: "Perfecto."
  • Después de haber caminado por una hora sin rumbo, María decide a entrar al bar de la vuelta de su casa. Pide un vaso de vino blanco y se retrae en sus pensamientos. Uno, dos, tres, seis vasos de vino. "¡Qué buena canción!" le comenta a su compañero de al lado. "Mi favorita." le contesta Martín sorprendido. Unos cuantos minutos y otras tantas copas más tarde terminan bailando ridículamente sobre la barra del bar.
  • Lo llevó a pasear por Plaza Alemania, pero ya se estaba nublando. "Mi abuela me traía acá todas las tardes después del colegio." le comentaba orgullosa. "Remodelaron esta plaza hace poco ¿no? Está mucho más lind..." se frenó por la gota que le venía de caer en la cara. Poco después se largó la lluvia, pero ellos no se movieron.

1 comentario:

Fer dijo...

me agrada particularmente la primera!
y como que a la tercera se le puede agregar un beso al estilo de notebook jaja